Mi boda contó con 200 personas pero fue planeada en el último minuto. Así que, por supuesto, las cosas se estaban desmoronando cuando se acercaba la fecha. La noche antes del día de mi boda, mi ministro dijo que no podría asistir. Esto me dejó en ataques, estaba llamando a todos los oficiantes que podía encontrar en línea o no estaban disponibles o estaban cobrando demasiado. Estos oficiantes tenían precios en línea y seguían cobrando más porque era de último minuto. Entonces, por pura suerte, me topé con la página de Maricela. Ella estaba dentro de mi presupuesto y, por lo que vi, cobraba mucho menos que otros por hacer el mismo trabajo.

La llamé y hablar con ella fue como un soplo de aire fresco. Ella era flexible, estaba disponible y todavía me cobraba la misma tarifa que en su página. Ella no se aprovechó de mi situación y fue muy fácil de tratar. Ella entendió rápidamente lo que se necesitaba y fue de gran ayuda. Nos envió un correo electrónico con su discurso y nos pidió que le dijéramos un vistazo a nuestra relación para que pudiera conocernos. Mi marido y yo no somos muy religiosos así que ella arregló su discurso para satisfacernos.

El día que llegó a tiempo y tratar con ella fue la parte más fácil de mi boda. Sabía lo que tenía que hacer, estaba vestida apropiadamente, tenía todo el papeleo en orden. Fue fácil y créeme el día que necesites a alguien como ella. Su discurso fue tan perfecto que incorporó el amor, la amistad y los vinculó a mí y a mi esposo y a cómo nuestra relación a larga distancia resistió la prueba del tiempo.

Maricela nos dijo que ella se encargaría de los trámites y que el certificado de matrimonio llegaría por correo. 2 semanas después recibimos una carta indicando que uno de nuestros testigos había firmado en el lugar equivocado, lo había tachado y vuelto a firmar (se supone que no debe haber errores en el documento final o el tribunal no lo procesará). Esta carta solicitó a nuestra oficiante, Maricela, que respondiera por la validez del documento y hubo una tarifa de $30 para volver a enviar esta carta.

La llamé y estaba dispuesta a reunirse con nosotros en una cafetería en Simi. Ese día, llegué una hora tarde a reunirme con ella porque mi esposo se quedó atrapado en el trabajo, pero ella fue súper amable y esperó pacientemente. Ella dijo que haría lo necesario y le ofrecimos la tarifa de $30 para volver a enviar la carta (ya que no fue culpa suya que nuestro testigo firmara en el lugar equivocado). Ella lo rechazó y dijo que era parte de su tarifa inicial.

Entre 7 y 10 días después le envié un mensaje preguntándole si ella hizo su parte y si sabía cuándo podía esperar el certificado de matrimonio. Ella me dijo que lo había enviado al día siguiente de que nos conocimos y que no debería pasar mucho tiempo. Al día siguiente me envió un mensaje de texto diciéndome que si todavía estoy preocupada, puedo llamar a la oficina de registro y ellos pueden buscarme. Unos días más tarde, me volvió a enviar un mensaje de texto solo para comunicarme y averiguar si obtuve mi certificado y si todo estaba solucionado. Respondí y me alegré mucho de poder decir que recibimos el certificado el día anterior.

Maricela ha sido una bendición desde el principio. Ella hizo un esfuerzo adicional para ser lo más útil posible. Ella fue educada, agradable y súper amigable. Nos alegramos mucho de haberla encontrado y de que estuviera disponible en tan poco tiempo.

Gracias Maricela por realizar una ceremonia tan linda y ser tan fácil de tratar..